Capital insuficiente:
Crear un negocio genera muchos gastos, algunos impredecibles, por eso es importante contar con un colchón financiero que nos permita continuar el proyecto si las cosas no salen según nuestros planes iniciales.
Contabilidad deficiente:
Esta tiene que reflejar la realidad de la empresa porque te va a servir para saber en qué te estás gastando el dinero, hacía dónde va el negocio y te informara de posibles desequilibrios por anticipado.
Compromisos financieros a largo plazo:
Si antes de empezar ya te has endeudado a largo plazo puede ser muy problemático. Tienes que validar tu modelo de negocio antes de asumir compromisos a largo plazo ya que estos serán un lastre a la hora de ajustar el rumbo.
Mala distribución de los recursos:
Suele pasar cuando contamos con financiación extra, que invirtamos ese dinero en cosas que no eran vitales para iniciar el proyecto, como mobiliario, empleado, etc.
Mala gestión del circuito de cobros-pagos
Es importante conseguir clientes, pero también lo es cobrar las facturas. Un control sobre el dinero que entra y el que sale para hacer pagos es vital para que una empresa sobreviva.